"En principio, en relación con cuestiones de tildación, la opción de tildar o no dependía de las zonas de habla hispana donde se hiciera hiato. Este es el caso nuestro en truhán: nosotros decimos acentuado. Personalmente, el hecho de que no se pueda acentuar me va resultar difícil. Que los dígrafos, la ch y la ll, no sean más parte del alfabeto me parece desacertado porque forman fonemas del español y desaparecen como entrada del diccionario. Otro tema polémico es el nombre de la be y la ve ya que de 450 millones de hispanohablantes, 400 millones viven en América, donde se las llama b larga o alta y v corta o baja. Me parece un gesto que va en contra del panhispanismo que sí ha asumido la Academia en las últimas obras monumentales, el Diccionario Panhispánico de Dudas y la Gramática." Quien aquí opina es María Marta García Negroni, doctora en Ciencias de la Lengua (Francia); investigadora del Conicet; titular de Corrección de Estilo (UBA) y autora del flamante manual "Escribir en español", editado por Santiago Arcos.